Interpretación de sueños: etapas, estructura y amplificación

Como ya se ha dicho en otra ocasión, para descifrar los sueños con exactitud y eficacia, es necesario que el intérprete conozca las circunstancias vitales y la psicología consciente del soñador. De este modo, la técnica para llegar a conclusiones adecuadas sigue las siguientes etapas:

1. Descripción de la situación actual de la consciencia.
2. Descripción de los acontecimientos precedentes.
3. Recepción del contexto subjetivo.
4. Establecimiento de los paralelos mitológicos en los motivos arcaicos.
5. En casos complicados, informaciones objetivas por parte de terceros.

En cambio, la vía que siguen los materiales del inconsciente hasta su concienciación es la siguiente:

a) Descenso del umbral de la consciencia para que los materiales inconscientes puedan emerger.
b) Los contenidos del inconsciente ascienden a los sueños, visiones y fantasías.
c) Los contenidos son percibidos y fijados por la consciencia.
d) Investigación, aclaración, interpretación y comprensión del sentido de los diversos contenidos.
e) Insertación de este sentido en la situación psíquica total del individuo.
f) Apropiación, incorporación y elaboración del sentido encontrado por el sujeto.
g) Integración del sentido y asimilación en la psique.

La estructura del sueño

La mayoría de los sueños plantean un evidente parecido en su estructura. Consideraremos los sueños como una especie de totalidad, con una organización dramática, es decir, que sus elementos pueden organizarse de acuerdo al esquema del drama clásico. Éstas son las partes del sueño:

1. Lugar, tiempo y dramatis personae. Se trata del contexto del sueño: en qué lugar y en qué momento sucede, y cuáles son los personajes implicados.
2. Exposición. Planteamiento del problema del sueño. Se revela el contenido, que es la base del sueño, el tema al que ha dado forma el inconsciente.
3. Peripecia. La intriga de la acción, la intensificación del acontecimiento hasta su punto máximo, que puede devenir en transformación o en catástrofe.
4. Lisis. La solución, su conclusión, su indicación compensadora.

La amplificación de los sueños

Al contrario que Freud, Jung no utiliza las «asociaciones libres», sino una técnica que él denomina «amplificación». Para él, la libre asociación conduce siempre, en última instancia, a un complejo, que no tiene por qué ser el motivo del sueño. En ocasiones, precisamente, el sueño manifiesta lo contrario del contenido del complejo y señala la solución para liberarse del mismo. Freud, mediante la asociación libre, se limita a investigar el «porqué», el «de dónde» y el «de qué», mientras que Jung, además de todo lo anterior, busca el «para qué» en la interpretación del sueño.

La amplificación, pues, enriquece el material del sueño con todas las imágenes análogas posibles, no sólo aportadas por el soñador, sino también por el intérprete. Éste dirige de manera indirecta, mediante la mayéutica, el proceso.

La amplificación debe aplicarse a todos los materiales del sueño para que finalmente se descubra el cuadro total en que puede leerse su sentido. Los diversos motivos oníricos originales son enriquecidos con imágenes, símbolos, sagas y mitos que vengan al caso, y de este modo el sueño revela un espectro de sentido a la luz de perspectivas múltiples y complementarias. Una vez encontrada la clave común a todos los sueños, podemos leer cada uno de ellos en función de esta nueva claridad y comprender la serie como una unidad coherente.

Así, la amplificación constituye un trabajo de asociación limitado, unido y dirigido destinado a desentrañar la intención del inconsciente, en la que Jung basa sus hipótesis. Para el psiquiatra suizo, la manifestación del inconsciente busca una «finalidad», es decir, mostrar un hecho del que el soñador no se había dado cuenta o no quería darse cuenta.

El contenido de un sueño no es una «figura encubridora» −como diría Freud−, sino un hecho que evidencia lo que el inconsciente tiene que decir acerca de la situación en el momento presente. Lo que manifiesta es lo que quiere decir, aunque lo haga mediante un lenguaje arcaico de símbolos y emociones.

Sueños sencillos y sueños complejos

Sueños con imágenes ricas en pormenores precisos probablemente expresan problemas individuales que pertenecen al terreno del inconsciente personal, ya que muestran un contraste con la perspectiva que de la situación soñada se tiene durante la vigilia. Las imágenes pueden ser completamente inconscientes o material reprimido (parcialmente consciente).

Sueños con escaso detalle e imágenes sencillas proporcionan, no obstante, el conocimiento de las grandes correlaciones generales, representan aspectos del universo, las eternas leyes de la verdad y de la naturaleza. Estos sueños implican una consciencia muy diferenciada o que ha llegado a hacerse autónoma, disociada del inconsciente, a la cual se oponen como compensación grandes imágenes arquetípicas del inconsciente colectivo.

Sólo los sueños claramente arquetípicos son susceptibles de analizarse prescindiendo de las asociaciones personales y el contexto vital y psicológico del soñador. Las imágenes de la naturaleza no necesitan interpretación subjetiva alguna, ya que remiten a cuestiones universales, fuera de todo tiempo y geografía.

Imagen de portada: ‘Daniel interpreta el primer sueño de Nabucodonosor’, de Mattia Preti.

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